💖 Sintiéndome otra - Karen, 26 años 💖

Dicen por ahí que lo más sano para una relación es conocer parte de los secretos y pasado de tu pareja, incluso en su intimidad. Rompe algunas barreras y crea nuevas oportunidades para poder disfrutar la vida que ambos tienen, genera mayor confianza y se goza el sexo de mejor manera y libre de celos.

Con mi pareja, con quién ya llevo varios años del relación, hemos compartido experiencias pasadas y fantasías que nos gustaría cumplir. Hasta ahora hemos cumplido algunas que resultan sencillas o relacionadas a los fetiches que tenemos cada quien. Ninguna ha sido relacionada a involucrar a alguien más en nuestra intimidad físicamente, pero si en esencia, y es la que quiero contarles. 

Pasó que un día que me tocaba descansar del trabajo y me quedé en casa para adelantar un poco la limpieza que ambos hacemos. Decidí ordenar un poco la habitación que usamos como bodega. 

El cuarto tiene cosas muy sucias y viejas, pero había un par de cajas pequeñas que no se veían tan viejas y llamaron mi atención. Decidí abrirlas por si había algo dentro de ellas que pudiera servir. No me moleste en absoluto, pero si me sorprendí un poco cuando dentro de las cajas encontré un lindo babydoll. 

Era obvio que esa prenda era de la ex anterior con quién también vivió mi pareja, pues no ha sido de muchas novias y solo con ella había estado en la casa y que además el sexo con ella era muy lindo y romántico, cosa que no es conmigo pues soy más intensa.

Aunque no era una fantasía como tal, sabía que le gustaría volver a estar con ella. 

Ese mismo día lo esperaba un poco nerviosa que llegue de trabajar lista para recibirlo con una sorpresa. Y si, seguro están pensando eso... Me puse el babydoll de su ex. Debo confesar que me sentía extraña con esa prenda puesta pero segura de hacerlo. 

De pronto lo escuché llegar, me fui rápidamente al nuestra habitación para que me viera ahí lista para hacerme el amor. De pronto escuché que ya estaba por abrir la puerta, intente mi mejor pose, y al entrar a la habitación su cara fue única y totalmente sacado de onda. No dijo nada, se veía que no sabía qué hacer, así que fui yo quien tomó la iniciativa. 

- ¡Hola, mi amor! Bienvenido a casa... ¿te gusta cómo me veo?

- Karen, ¿donde encontraste eso? - Me dijo con una voz timida y un poco preocupada.

- Lo encontré en la bodega mientras ordenaba las cosas que estaban ahí. Pero no no me has dicho si te gusta cómo me veo.

- ¡Claro que sí! Pero me sacó de onda, supongo ahí encontraste eso. 

- Si, ahí lo encontré. Imagino que era de tu ex, ¿no? La que me contaste que el sexo era muy lindo. Pensé que quizá te gustaría recordar un poco de cómo se lo hacías. - Le dije mientras me acercaba a él y lo abrazaba y mis labios estaban más cerca de los suyos y por último le dije - Esta noche no soy yo, ahora soy Mónica. -

Comenzó a besarme, empecé a sentir sus caricias, pero también me di cuenta que esta vez eran diferentes a las que siempre me hace sentir. Sin duda era una forma de comenzar mucho más delicada y romántica de tener sexo o hacer el amor sería mejor dicho. Sus besos y sus caricias estaban acompañadas de una respiración muy pasional que erizaban cada parte de mi piel. Cuando bajó a mis pechos mi exitacion fue total, mis pezones estaban totalmente erectos y listos para que empezará a chuparlos cuántas veces quisiera al bajar los tirantes del babydoll. Después de unos momentos me recostó en la cama de forma suave, quedando el sobre mi y yo rodeando su cintura con mis piernas.

Seguía bajando por mi cuerpo con sus besos mientras con sus manos abría sutilmente mis piernas para detener su recorrido entre mis piernas y darme mi primer orgasmo con el grandioso sexo oral que sabe dar. Después de venirme el seguía recorriendo mi vagina completa mientras se desvestia de forma rápida, parecía que no se aguantaba las ganas de al fin penetrarme. 

En ningún momento hizo el intento de quitarme el babydoll, simplemente lo dejo puesto en mi cintura y creo que de verdad se imaginaba que lo estaba haciendo con ella. Y a decir verdad me gustó hacer esto, fue como sentir que tenía relaciones con otra persona al ser una forma totalmente diferente de hacerme suya, pero sin la necesidad de ser infiel.

Sin duda todos tenemos algún recuerdo de alguna pareja que nos gustaría volver a probar. No sería malo expresarlo de una forma adecuada con quién estemos ahora, siempre que sea una relación madura y con buena comunicación como la nuestra.