Ir al contenido principal

đź’– ¡TĂłmame, tengo dueño! - Tania, 19 años đź’–

No estoy satisfecha, mucho menos enamorada. Pero al menos vivo con tranquilidad y comodidad. Desde siempre fui una niña que creciĂł con algunas reglas e imposiciones en casa por parte de mis papás. TenĂ­a una una vida muy limitada, sin poder hacer muchos amigos, sin poder ir a fiestas y ni pensar en poder tener un novio. Incluso habĂ­a ocasiones donde mi papá no me dejaba vestir con prendas que le parecieran muy llamativas o quĂ© mostrará más de lo debido. 

El vivir de ese modo durante los que debieran ser los mejores años de mi vida y formaciĂłn me hicieron una mujer recatada, fácil de imponer condiciones pero tambiĂ©n frustrada de conocer el mundo exterior. 

Un día mis papás comenzaron a tener muchas reuniones con unos amigos que conocían desde mucho tiempo atrás y estaban por tener algunos negocios juntos.
La otra pareja tenĂ­a un hijo apenas mayor que yo por 2 años y pues nos comenzamos a llevar muy bien, tuvimos buena quĂ­mica pero solamente como amigos, al menos asĂ­ lo veĂ­a yo. 

PasĂł casi un año desde que comenzamos a llevarnos bien y un dĂ­a mi papá se acercĂł para platicar conmigo. Me dijo que sus amigos y Ă©l habĂ­an observado que me llevaba muy bien con Ă“scar, mi nuevo amigo, asĂ­ que querĂ­an que Ă©l y yo nos casemos. Obviamente yo dije que no, que es verdad que somos amigos y nos llevamos muy bien pero ni siquiera me gustaba y no querĂ­a hacerlo. Mi papá se enojĂł y alzando el tono le dijo - ¡Pues te vas a casar con Ă©l quieras o no! No sabes nada del matrimonio, vas a estar bien y le ve seis muy bien a las dos familias que se casarán. - Discutimos mucho tiempo insistiendo en que yo no querĂ­a hacerlo, cuestionando por quĂ© decidĂ­an en mi lugar.
Y una vez más termine con una orden impuesta por mis papás y no tuve más remedio que aceptar bajo regaños y algunas amenazas. SerĂ­a un matrimonio arreglado. 

Al dĂ­a siguiente citĂ© a Ă“scar para hablar con Ă©l, en cuanto lo vi perdĂ­ el control y comencĂ© a gritarle, a reclamar que cĂłmo habĂ­a sido capaz de pedir que le arreglaran un matrimonio conmigo, que si no le importaba yo. 

- ¡Tranquila! Yo no hice eso, tambiĂ©n me acabo de enterar que fue algo arreglado por nuestros papás para beneficiar sus negocios. Yo tampoco quiero hacer eso.

- ¿QuĂ©? ¿Y por quĂ© no dijiste que no? TĂş eres hombre y no deberĂ­a ser difĂ­cil negarte, a mi me impusieron eso y no quiero. Me caes muy bien pero no te veo como mi esposo. 

- Ni yo a ti como esposa. -

Óscar bajó la mirada, se tomo unos segundos y me explico:

- Tania, no puedo negarme a casarme contigo. Tampoco quiero hacerlo pero mis papás no se pueden enterar de algo.
Te lo dirĂ© porque estamos metidos en esto y debemos hacer algo. Pero debes prometer que no se lo dirás a nadie y entonces asĂ­ podrĂ© ayudarte, ¿ok?

El saber que no había sido el me hizo sentir más tranquila, suspiré y le dije - Ok, te escucho. -

- Tú ya viste que nuestros papás están muy a la antigüa y están viendo por sus intereses sin importar nuestros deseos. Quería esperar al momento indicado para decírtelo pero no me queda otra que decirte de una vez.Tania, soy gay...

Desde ese momento lo entendĂ­ y querĂ­a apoyarlo y que sus papás no supieran su secreto, pero ¿quĂ© hay de mi, quiĂ©n me apoyara?

- Te quiero proponer algo, creo que es la mejor opción. Vamos a casarnos para no perjudicar a nuestras familias, después de todo estaremos bien económicamente y cada uno se evitará problemas con su familia.
Yo no tendrĂ© problema si tĂş quieres tener a alguien más, incluso ambos podrĂ­amos ser cĂłmplices para cada uno pueda buscar a alguien más. Lo Ăşnico malo serĂ­a que no podrĂ­amos romper ese matrimonio en muchos años, pero será una forma de recuperar un poco lo que nos han privado, ¿quĂ© dices? -

Quizá no sea una mala idea. Viendo las cosas de forma positiva podrĂ­a salir de mi casa y terminar con esas reglas que me tenĂ­an cautiva y sin salir, ser de algĂşn modo más libre e independiente pero siempre hacerlo con mucha discreciĂłn. 

Y aquĂ­ estoy, tratando de animarme a vivir una nueva etapa y una vida oculta, buscando placer, pasiones y amores que no he vivido. Claro que esa segunda vida lo hago desde un perfil más bajo, fingiendo ser totalmente otra mujer y de un perfil más bajo para evitar ser reconocida, traer problemas a mi esposo o mi familia. 

Y aunque todavĂ­a soy muy joven, creo que a mis 19 años fue una edad excelente para que pasara todo esto. Hasta la fecha he tenido algunos ligues por internet y a distancia, un par de encuentros sexuales y en esta historia me gustarĂ­a saber quĂ© opinan de mi fĂ­sicamente, solo por curiosidad. 










Comentarios

  1. Eres muy guapa y joven, vive tu vida a plenitud y aprende de todas las experiencias que puedas lograr, experimenta todo lo que quieras que la vida es para ser feliz

    ResponderBorrar
  2. Eres muy guapa y joven, vive tu vida a plenitud y aprende de todas las experiencias que puedas lograr, experimenta todo lo que quieras que la vida es para ser feliz

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

También puedes leer...

💖 Nuevos sabores - Norma, 29 años 💖

Desde ya casi 3 años que estamos casados mi esposo y yo más 2 años de noviazgo y que nos conocemos. Realmente desde el principio de la relación la comunicación entre nosotros ha sido constante y siempre hemos sido sinceros el uno con el otro casi en todo. Digo casi en todo porque a veces pienso que él como hombre quizá guarde algunos temas para si mismo, y de ser así debo decir que también he guardado un tema en particular que no he tenido el atrevimiento de platicar con él, principalmente por pena y un poco de miedo. Considero que somos una pareja normal, tan común y corriente como cualquier otra con todo y sus problemas ocasionales, salimos a pasear, a hacer compras, él sale con sus amigos, yo con los míos, tenemos sexo algunas veces por semana para levantar el ánimo en un mal día o cerrar con broche de oro una gran jornada o por el simple hecho de desearlo, justo como hoy. Hace apenas unos minutos que terminamos de tener relaciones y ha sido tan rico y placentero como cada vez ...